Visitar el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente La Caldera de Taburiente es uno de los espacios naturales más espectaculares de las Islas Canarias y, sin duda, el mayor tesoro de La Palma. Asomarse a este inmenso circo desde alguno de sus miradores y contemplar sus imponentes paredes que se elevan a más de 2000 metros de altitud es una experiencia difícil de olvidar. Pero el Parque no solo se mira, también se vive. Y la mejor forma de sentirlo es adentrarse en él por alguno de los senderos habilitados. Mientras caminamos por el frondoso bosque de pino canario se activan todos los sentidos, que agradecen el peculiar olor de esta especie exclusiva del archipiélago, o el agradable sonido del canto de las aves que allí habitan. Llegar a pie al interior de la Caldera entraña cierto esfuerzo, pero la recompensa durante el camino es increíble, pues nos permite descubrir maravillosos rincones y, al final, disfrutar el premio de poder refrescarnos en sus permanentes riachuelos de aguas frescas y cristalinas rodeados de un entorno absolutamente virgen. Para hacernos una idea de la grandiosidad de este espacio, es imprescindible visitar las cumbres del Parque, donde se sitúa el mundialmente conocido Observatorio Astrofísico del Roque de los Muchachos, para asomarnos a la gran caldera y tener la sensación de estar suspendidos en el vacío.